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Con testimonio de joven angelino, el Complejo Asistencial busca sensibilizar a la población en el día del riñón

Complejo Asistencial Víctor Ríos Ruiz 09/03/2023

El paciente que se ha dializado prácticamente toda la vida, cumplió la meta de estudiar, ser un profesional y formar su propia familia.

Francisco Rubilar Morales, es un joven angelino de 27 años, que ha vivido todas las etapas de la diálisis, y al fin, logró concretar el sueño de tener un nuevo riñón. Su testimonio acompaña este año la conmemoración de una de las fechas más importante en el calendario de la salud, y que desde el 2006 se celebra cada 9 de marzo: el Día Mundial del Riñón. La efeméride fue instaurada por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF).

La narración comienza siendo relatada por el mismo. “Cuando pequeño, al año de vida, me diagnosticaron una enfermedad que se llama SHU (Síndrome Urémico Hemolítico), y que a menudo ocurre después de una infección que se asocia con la salmonela, en mi caso fue porque comí algo que me hizo mal”.

Rubilar siguió contando que, “me dialicé por cerca de tres meses, después me controlaron hasta los seis años, y ahí me dieron el alta porque recuperé mi función renal, y todo estaba aparentemente normal, hasta que a los 16 años me dio una parálisis facial, me trajeron al hospital y me hicieron un scanner para ver si había algún daño cerebral, pero todo estaba normal, excepto los exámenes de orina y sangre, que arrojaron que los niveles de creatinina estaba por las nubes, así que me dejaron hospitalizado y ahí me dijeron que tenia que dializarme de por vida, porque los riñones ya no funcionan y estaban como una pasa”.

En ese entonces Francisco cursaba segundo medio, en el colegio Marta Brunet de la comuna y tenía que venir tres veces por semana, por más de tres horas, para poder realizar su tratamiento, recuerda que “como en todas las enfermedades de apoco me fui adaptando, pero igual con momentos difíciles. Después ingresé a la etapa universitaria y fue caótico, porque tenía horarios en la mañana otros en la tarde, estudié ingeniería en informática y muchas veces salía cansado de las diálisis e igual tenía que ir a la U. Tuve algunos profes que se ponían en mi lugar y otros a los que les daba lo mismo, pero aun así logré salir adelante con la carrera y titularme”.

En cuanto a su vida personal, el joven angelino contó que “con mi esposa queríamos formar una familia, llevamos diez años juntos, y mi mayor miedo era no estar sano cuando estuviera casado o cuando fuera papá. Acá el tema del apoyo de familia es muy importante, mi esposa me apoyó mucho, lloramos, reímos juntos y siempre pensamos que en algún momento podíamos contar la historia de todo lo que habíamos pasado”.

Así fueron pasando los años, y Rubilar comenzó el proceso de tener un nuevo riñón, pero con un gran temor. “Lo primero que hicimos fue abrir la carpeta de trasplante con enfermeras del Complejo Asistencial, en el camino me hicieron muchos exámenes. Y mi mayor temor fue que se dañara mi corazón con la diálisis, porque así no se puede hacer el trasplante”.

Mientras realizaba todo el proceso, Francisco se sometió a diálisis de peritoneo, que “es mucho más cómoda de hacer porque se efectúa en casa, en la noche cuando uno está durmiendo y para mí fue un cambio super bueno, porque podía trabajar en el día, salir a pololear y hacer todo lo que quisiera porque en la noche uno se conectaba”.

En ese proceso estaba cuando llegó el ansiado llamado para poder realizar el cambio de riñón. “Recuerdo que estaba conectado a la máquina, me llamaron por teléfono y no contesté porque era cerca de la una de la mañana y estaba durmiendo, así que llamaron a mi esposa para decir que apareció un donante. Yo estaba en shock, porque era algo que había esperado por mucho tiempo, me desconecté de la máquina y le fui a decir a mis papás, ahí lloramos y le agradecimos a Dios”.

Y agregó que “al otro día, llegamos al hospital Higueras en Talcahuano, muy temprano, para realizar el trasplante, y después de más de 6 horas de operación pude tener mi nuevo riñón. De ahí desperté con mucho dolor, pero al ratito pude orinar… hacía años que no iba al baño, era la primera señal de que el trasplante había funcionado”, señaló.

ASPECTOS CLÍNICOS

Para la doctora Mariela Hernández, jefa del Centro de Costo de Diálisis y Nefrología del Complejo Asistencial ´Dr. Víctor Ríos Ruiz´, el caso de Francisco “es la historia de un paciente que nos ha acompañado casi toda su vida y que pasó por todos los programas activos que tenemos en nuestro servicio, él tuvo la oportunidad de estar en diálisis peritoneal y probar las diferentes alternativas de tratamiento de la enfermedad renal, y actualmente se encuentra trasplantado”.

Por último, la profesional detalló que este 2023, el lema del Día Mundial del Riñón es: "Prepararse para lo inesperado apoyando a las personas más vulnerables". Lo inesperado hace referencia a los desastres medioambientales o humanos, ya sean terremotos, guerras, inundaciones o condiciones meteorológicas extremas. En estas circunstancias, los afectados por enfermedades crónicas como los pacientes renales necesitan mayor apoyo y preparación.

El equipo del servicio de diálisis está compuesto por una treintena de funcionarios, entre los que se encuentran: médicos, nefrólogos, enfermeras, técnicos en enfermería, psicóloga, nutricionista, auxiliares y administrativos. Ellos, se encargan de atender semana a semana a un centenar de pacientes en tratamiento de hemodiálisis, a 35 usuarios de diálisis peritoneal, y a otras 150 personas que se encuentran en estudio pre-trasplante.

El C.C. Diálisis cuenta con una treintena de funcionarios a disposición
de los pacientes