Angelina se recupera con éxito del primer trasplante vivo de riñón en el Complejo Asistencial
Gracias a la donación de su hermana y el trabajo en red de con otros hospitales de la región del Biobío se logró concretar este hito hospitalario.
El mes de agosto del 2024 quedará marcado como una fecha importante para el Complejo Asistencial “Dr. Víctor Ríos Ruiz” de Los Ángeles, todo esto gracias a las hermanas Sandra y Erica Rocha Mendoza, quienes permitieron concretar el primer trasplante de riñón con donante vivo.
Y es que Sandra recibió un riñón de su hermana Erica, mejorando con creces su calidad de vida, bajo permanente seguimiento del equipo de profesionales del Hospital de Los Ángeles y el Hospital Las Higueras de Talcahuano, tal como lo contaron ambas en el podcast institucional "Hagamos Salud".
El doctor Daniel Enos, nefrólogo del CAVRR, inició la conversación comentando que “Sandra estaba con una enfermedad renal crónica bastante avanzada, muy desanimada, y claramente cuando entró a diálisis yo la miré y dije: esta mujer es joven, tiene solo enfermo el riñón, no tiene nada más malo. Es un buen momento para empezar el programa, porque una de las cosas buenas del programa de trasplantes es que cuanto antes se ingrese, mejor”.
El especialista, agregó que “en cualquier lugar del mundo un tercio de los trasplantes son de donantes vivos, y nosotros aquí en realidad no hemos tenido ninguno en los 26 años que llevo trabajando acá. Así que es una cosa bien clara, es un hito y esperamos que se repita porque nosotros en nuestro policlínico tenemos 15 parejas en estudio en este minuto, y no todas van a salir compatibles. Pero también puede ocurrir que cuando no sale compatible una pareja se pueden cruzar esas compatibilidades y se aprovechan más. Por eso estamos tratando de tener un buen pool, y esperamos de aquí a un par de años tener nuestro propio programa”.
En tanto la trasplantada, Sandra Rocha, contó que “llegué desanimada donde el doctor Enos, porque diálisis para mí era una palabra muy fuerte. Yo no quería, de hecho, muchas veces le dije no, porque yo sentía que estaba bien, pero en el fondo, mis exámenes eran malos y cuando dijo que hay que ir a diálisis sí o sí, me achaqué mucho, pero él dijo que también tenía la posibilidad de ser trasplantada y eso me dio esperanza, me ayudó mucho porque ya no fue tan fuerte la palabra diálisis a pesar de que no me gustaba”.
“Cuando yo contaba que el trasplante iba a ser en un año, todo el mundo me decía, eso no es verdad, van a pasar cinco o seis años, pero yo seguí insistiendo, seguí haciéndome los exámenes como yo tenía la posibilidad de tener un donante vivo, y eso agilizó todas las cosas. Y de ahí nos paramos en hacer todos los exámenes, que es un proceso igual larguito, no es corto, porque todos los especialistas tienen que vernos, tienen que dar su pase, es un programa que es serio, no es llegar y decir yo me voy a trasplantar, hay que cumplir ciertos requisitos y estar en buenas condiciones, tanto yo como paciente, como mi donante”, agregó Rocha.
Por su parte, su hermana Erica, explicó cómo vivió la enfermedad de Sandra. “Cuando ella perdió su primer riñón el doctor nos indicó enseguida que ella iba para diálisis, y obviamente para un posterior trasplante. Y preguntamos dentro de nuestra ignorancia, doctor ¿cómo es eso? Entonces él dice hay dos posibilidades, una con un donante vivo, y otra esperar una persona fallecida en la lista de espera y todo lo demás. Pero fue algo muy automático, le dijimos ella tiene donantes vivos porque somos siete hermanos, y desde ese momento siempre yo sentí que si yo podía yo le iba a donar un riñón. Nunca fue algo pensado o conversado”. Y añadió que una de las grandes ventajas para el desarrollo de este procedimiento fue que ambas son muy parecidas tanto física como genéticamente.
“El riñón es un órgano muy activo, y cuando se enferma el filtro comienza a fallar, y se empieza a envejecer por diversos motivos. Hay razones autoinmunitarias, hay razones que a veces se desconocen, hay razones también en relación a la presión, y sobre todo a la diabetes mielitus”, expresó Enos.
En la misma línea, el especialista confirmó que “Sandra no tenía ninguna de esas enfermades, y si bien ´diálisis´ es una palabra que a nadie le gusta, yo creo que si a ella le pregunto, y me dice, no me interesa la diálisis, pero la diálisis es capaz de darte este periodo para que prepares tú y tu donante, como pasó con la hermana y con eso logramos hacer un puente, para tener una mujer en buenas condiciones. Sin diálisis, Sandra no habría llegado en este año medio”.
A lo que Sandra, indicó que “si bien, como dice el doctor, diálisis me ayudó mucho, a pesar de no quererla, fue lo que me salvó porque ya venía en malas condiciones. No es agradable la diálisis. Tuve días tranquilos, tuve días que salía muy mal, siempre decía yo que parecía un pollo, tenía cefalea, tenía náuseas, que le dan calambre, que se hipotensa. Son muchas las cosas que a uno le pasan, no todos los días, pero hay días muy malos. Hay días que yo llegaba a mi casa solo a acostarme, sin poder levantar cabeza, sin poder hacer nada, pero otros días, en cambio, hacía mi vida normal”.
Por último, el doctor Enos informó que en el Complejo Asistencial de Los Ángeles son 100 pacientes aproximadamente los que están activos con sus exámenes al día, esperando el llamado para realizarse pode trasplantarse. Además, hay cerca de 70, 80 personas que están en su estudio pre-trasplante.
Las hermanas Sandra y Erica Rocha pasaron por el estudio pre trasplante
del Complejo Asistencial antes de concretar la donación.