USUARIOS DEL COMPLEJO ASISTENCIAL CONTARON SU EXITOSO PROCESO DE TRASPLANTE DE RIÑON
Cinco pacientes del Centro de Costo de Diálisis y Nefrología narraron su historia en un nuevo capitulo del Podcast “Hagamos Salud”.
Según datos del Ministerio de Salud, la enfermedad renal crónica terminal es un problema de salud pública. En el mundo más de 840 millones de personas tienen algún grado de esta patología, y 3,9 millones de ellos se encuentran en diálisis. En Chile, se estima que más de 1 millón de personas tienen la afección, y que gran parte de ellas desconocen que la padecen.
Este año en el Complejo Asistencial “Dr. Víctor Ríos Ruiz” de Los Ángeles, un grupo de usuarios que han logrado ser trasplantados de riñón, se reunieron junto a la psicóloga del Centro de Costo de Diálisis y Nefrología, Carolina Quiroz, para conversar sobre cómo vivieron su proceso en la tercera temporada del podcast “Hagamos Salud”.
La profesional indicó cuáles son los tipos diagnósticos por los cuales llegan los pacientes, y detalló que “a nuestro Centro de Costo acuden personas en distintas fases de la enfermedad renal, particularmente estamos viendo pacientes de insuficiencia renal etapa 4 y 5 que ya están o van a comenzar su tratamiento de sustitución renal, hemodiálisis o peritoneo-diálisis, y también los que quieren ingresar al estudio de trasplante para que, en algún momento, cuando llegue un donante, pueda ser trasplantado”.
La primera en contar su historia fue Marcia Laregla, quien detalló que, “cuando yo me enteré que tenía una insuficiencia renal crónica, no venía descompensada. Tuve tiempo para interiorizarme, informarme de las diferentes terapias que podía tener. En primera instancia sólo me hablaban de hemodiálisis, pero por cosas de la vida la fístula que me realizaron no funcionó, y Marcela (enfermera de diálisis) me orientó con el tema de peritoneo”.
“Después me enviaron con la enfermera Marjorie, para poder hacer un estudio y ver si era un paciente adecuado para poder optar a ese tipo de terapia. Ahí estuve cerca de un año, hice una fístula en el pulmón derecho, y tuve que llegar a hemodiálisis de igual forma. La terapia de hemodiálisis es más invasiva para un paciente porque hace que sus órganos trabajen mucho más. La de peritoneo es una terapia que uno se puede realizar en su casa, ojalá en el horario de noche para tener el día libre, inclusive trabajar sin mayor problema”, detalló Marcia.
En la misma línea, la usuaria explicó que “en cuanto al trasplante, yo me di cuenta con Estefany (otra usuaria) que la recuperación es muy diferente, muy distinta, pero mil por ciento distinta. Yo llevaba más de un año ya trasplantada cuando la conocí, y ella llevaba un mes trasplantada y andaba como lechuga. Muy bien, muy recuperada”.
Por su parte Estefany Rivas, explicó que “cuando ingresé a diálisis no llegué descompensada, entonces tuve la opción de elegir, y yo me quedé con la diálisis peritoneal. Una que no era tan invasiva, tengo hijos pequeños, y para mí lo primordial era estar con ellos más tiempo, poder cuidarlos. Y con la otra diálisis, con la hemodiálisis me implicaba mucho más tiempo, eran tres días a la semana, yo soy de Tucapel, no soy de Los Ángeles, era viajar a un Centro de Diálisis, era más complicado, y en ese momento yo trabajaba de lunes a viernes, así que me quedé con la peritoneal. El trasplante fue el 3 de septiembre del año 2024, así que fueron cuatro años de peritoneo diálisis”.
Ante como vivió el proceso, Rivas evidenció que “para mí lo primordial fue la red de apoyo que tenía en casa, mi mamá, mi esposo y hermanos. Y también que las chicas que trabajan en peritoneo son muy cercanas, ellas se involucran mucho en cómo uno esté emocionalmente. Igual me costó, no lo niego, de primera lo sufrí mucho, porque era una persona totalmente independiente, y de la noche a la mañana eso se acaba, y te viene la tristeza, la pena, la desesperanza y todo, pero yo salí adelante porque tenía a mis hijos, no podía hundirme, tenía que salir adelante”.
Otro de los usuarios que contó su proceso, fue Gerardo Rivas, “yo me dialicé nueve años, había perdido la esperanza de ser trasplantado y recibí el llamado de la nueva vida. Fui trasplantado en el hospital Las Higueras de Talcahuano. Cambió mi vida y la de mi familia porque ahora los puedo acompañar a salir, a disfrutar, a aprovechar a mis nietos. En algún momento una paciente nos habló acerca de la libertad que se siente el haber recibido el trasplante y poder disponer más del tiempo versus lo que significa estar en diálisis recibiendo este tratamiento”.
Uno de los casos más conmovedores en el Complejo Asistencial es el de Valentina, un joven de 20 años que gracias a su papá pudo tener una segunda oportunidad de vida. “Yo de chica estuve en control de exámenes y como en el 2020 empezó el proceso para el trasplante. Mi diagnóstico al nacer fue una displasia renal. Siempre tuve el apoyo de mi familia y desde el principio se vio que mi papá fuera el donante, pero obviamente primero había que hacer estudios, y cuando salió el resultado que sí se podía, ahí empezamos con todo el proceso que demoró cuatro años”.
Uno de los acontecimientos más emocionantes del 2024 en el CAVRR, fue el hito del primer trasplante gracias a donante vivo. Se trató de las hermanas Sandra y Erica Rocha: la primera recibió un riñón de la segunda. La receptora, contó su experiencia, y dijo estar “feliz, estoy muy contenta, mi hermana está muy bien de salud, ella está más contenta que yo, siempre estuvo más positiva. A mí me ha cambiado la vida, todavía estoy en proceso, igual he estado hospitalizada, pero por cosas puntuales, cosas del trasplante, pero eso es nada para lo feliz que estoy. Estoy agradecida de todas las personas que me acompañaron del hospital, en la parte emocional, porque cada una ha sido muy importante para mí en todo este proceso”.
Para la psicóloga del Centro de Costo de Diálisis y Nefrología todo estos años han fortalecido los lazos entre los trasplantados, “sentimos que somos una familia, cuando un paciente se trasplanta es una alegría para todo el equipo, de verdad que nos alegramos mucho, o cuando nuestros pacientes están complicados de salud también todos nos preocupamos, es una vivencia compartida, el dolor se comparte y las alegrías también, feliz de ser parte de estos procesos, feliz de poder acompañarles y feliz de seguir siendo parte de sus vidas”.
Por último, Quiroz envió un mensaje a las personas que están recién comenzando con el tratamiento, “si tienes enfermedad renal tu vida no acaba ahí, sino que existen otras oportunidades, como es el trasplante. Y a las familias, y a las personas de la comunidad recordarles, la importancia del poder donar, porque no es sólo donar un órgano, es entregar una nueva oportunidad de vivir, de crecer y de poder realizar los sueños. Es sembrar esperanza y ponerle luz, a una enfermedad que nos quita un poquito de brillo, pero sí se puede recuperar, con cariño, con amor y con solidaridad”.
De esta forma, los pacientes trasplantados llamaron a la comunidad a tomar conciencia sobre el tema, ya que en el país, existen más de 2 mil 200 personas que integran la lista de espera nacional, y aguardan por una segunda oportunidad de vida.

En el día del riñón, los pacientes trasplantados inauguraron un muro de la victoria,
para dar testimonio de su proceso